El carnaval caribeño está sufriendo mucho y esta es una situación bastante rara. En efecto, incluso durante la esclavitud, los hombres y mujeres deshumanizados disfrutaron de estos excepcionales momentos de fiesta. Por ejemplo, se dice que el carnaval de las Bahamas llamado “Junkanoo“ se originó en el siglo XVIII cuando los amos daban a los esclavos africanos tres días libres en Navidad y Año Nuevo, ellos se disfrazaban, tocaban los tambores, llevaban máscaras y iban de choza en choza desde las 2:00 de la mañana hasta las 3:00 de la tarde del día siguiente.
Al igual que durante las dos guerras mundiales, los caribeños no abandonaron esta tradición ancestral. En Guadalupe, por ejemplo, muchos hombres se habían ido para defender la madre patria, Francia, las mujeres siguieron manteniendo vivas las “Masques de Vieux-Fort“ o “Mas Vyéfò” llevando las máscaras que hasta entonces estaban reservadas a los hombres; el carnaval de este pequeño municipio del Sur Basse-Terre con sus propias características que merecerían ser mejor conocidas es el más antiguo del archipiélago guadalupeño…
Más recientemente, en septiembre de 2017, los violentos ciclones Irma y María, como bombas atómicas, arrasaron varias islas caribeñas. Mientras muchos residentes extranjeros huyeron, los resilientes caribeños se enfrentaron a estas nuevas catástrofes naturales y, unos meses más tarde, las islas más afectadas (Dominica, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, San Martín, San Bartolomé, Puerto Rico, etc.) a pesar de todo celebraron su carnaval… ¿No se dice que el sufrimiento a menudo favorece la creatividad artística?
Pero esta vez, debemos reconocerlo, aunque muy pequeño o incluso insignificante, el enemigo llamado SARS-COV2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2 / coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo severo) que da la Covid-19 (coronavirus disease 2019 / enfermedad del coronavirus 2019) es muy temible.
¿Cómo organizar el carnaval que implica reunirse para compartir en alegría cuando este virus prefiere la separación y la distancia? El no respetar sus “órdenes” es correr el riesgo de enfermarse y perder la vida…
Cancelaciones de carnaval en cadena
Para los que no lo sepan, todas las islas del Caribe tienen su propio carnaval, pero no todas lo celebran en la misma fecha. Se puede decir que para este año 2020, las islas que fijaron sus actividades de carnaval durante el período tradicional que va de enero a la Cuaresma (Domingo de Carnaval, Martes de Carnaval o Miércoles de Ceniza) – es decir, Aruba, Bonaire, Carriacou (Granada), Curazao, Dominica, Guadalupe, Haití, Martinica, Puerto Rico (ciudad de Ponce), República Dominicana, San Martín, San Bartolomé, Trinidad & Tabago – tuvieron mucha suerte. En efecto, escaparon de todas las restricciones impuestas por la epidemia de Covid-19 que está enfrentando el mundo desde hace nueve largos meses. Salvaron por poco los ingresos de estas fiestas populares.
Todas las demás islas (es decir, la gran mayoría) que fijaron su carnaval después de Pascua con fechas diferentes por razones históricas, económicas como para no competir, sociales o religiosas, se vieron obligadas a cancelar las festividades que reúnen a las multitudes.
Se trata cronológicamente de: Jamaica (febrero-abril o desde el domingo de Pascua hasta el fin de semana siguiente), Islas Vírgenes Británicas/Virgin Gorda (abril), Islas Vírgenes de los Estados Unidos/San Tomás (abril-mayo), Sint Maarten (abril-mayo), Islas Caimán (abril-mayo), Islas Vírgenes de los Estados Unidos/San Juan (junio-julio), Santa Lucía (junio-julio), San Vicente (junio-julio), Cuba, Ciudad de Santiago de Cuba (julio), San Eustaquio (julio), Saba (julio-agosto), Islas Vírgenes Británicas/Tórtola (julio-agosto), Antigua & Barbuda (julio-agosto), Granada (julio-agosto), Barbados (julio-agosto), Anguila (agosto), San Cristóbal & Nieves (noviembre-enero), Islas Turcas y Caicos (diciembre), Montserrat (diciembre-enero), Islas Vírgenes de los Estados Unidos/Santa Cruz (diciembre-enero) y Bahamas (diciembre-enero).
Aunque algunos territorios están tratando de resistir – como las Islas Vírgenes de los Estados Unidos el pasado mes de mayo, San Cristóbal & Nieves ahora en noviembre o Montserrat en diciembre próximo – organizando eventos que se transmitirán por radio, televisión o redes sociales, la esencia o el espíritu del carnaval, que consiste en estar juntos físicamente, por lo tanto sin ninguna pantalla como intermediaria, está ausente.
La organización de este carnaval digital presupone que las islas hayan definido previamente los objetivos a alcanzar. El primero, en general, es promover el evento con el fin de atraer a los visitantes cuando la vida vuelva a la normalidad.
Sectores económicos de rodillas
En casi todas las islas caribeñas, el carnaval es un momento de alegría popular pero también una industria, los autoridades invierten pero debe ganar dinero para el país. El carnaval digital es una primicia en el mundo y si todos los territorios caribeños no lo adoptaron es porque no están seguros de que vaya a ganar dinero; además, estos medios técnicos tienen un coste muy elevado.
Esto significa que está fuera de cuestión filmar a los grupos de carnaval sólo porque ellos quieren reivindicar cualquier independencia de espíritu y hacer que la factura sea pagada por las autoridades públicas que podrían haber gastado este dinero para ayudar a los miles de desempleados que la Covid-19 deja de lado cada día….
En el Caribe, el carnaval apoya varios sectores de la economía, desde las compañías aéreas y los hoteles que transportan y alojan a los turistas que vienen expresamente para participar en el evento, pasando por los restaurantes, las agencias de alquiler de autos, las costureras y los diseñadores para llegar a los vendedores de telas, pistachos tostados, cocos, sorbetes, etc.
Al provocar la cancelación de este importante evento cultural en 2020, el coronavirus provocó, por lo tanto, una pérdida muy significativa de ingresos en varios profesiones. Esto es lo que nos dijo la directora del “Bacchanal Jamaica“ en una entrevista en octubre pasado; el carnaval de Jamaica fue cancelado y aplazado hasta abril de 2021.
Es probable que en 2021 todas las islas se encuentren en la misma situación: algunas, como Trinidad & Tabago y Guadalupe, ya anunciaron la cancelación de su carnaval, o al menos todos los desfiles, “déboulés” y otras grandes reuniones; otras esperan un tratamiento o una vacuna contra este coronavirus antes de tomar una decisión definitiva pero el anuncio de varias vacunas pronto disponibles no significa que la vida normal volverá inmediatamente…
Sin embargo, descubrimos que es muy difícil saber las sumas exactas de dinero obtenidas mediante las festividades del carnaval en los territorios. Organizaciones internacionales como la Comunidad Caribeña (CARICOM) o la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECO) no pudieron transmitirnos ninguna información porque probablemente nunca realizaron estudios sobre la importancia del carnaval en la economía de la región. Es bastante incomprensible. Quizás porque las islas no quieren revelar el monto de sus ingresos…
No obstante, está claro que el Caribe, donde hay más de 200 festivales de todo tipo y al menos un carnaval cada mes del año (excepto en septiembre y octubre, “meses de huracanes”) y que apostó por la Economía Naranja (cultura e industrias creativas) que representa una parte importante de su economía general (hasta un 8% para Santa Lucía en 2011, por ejemplo) está, hoy en día, aniquilado por esta pandemia de Covid-19.