Creación de espacios creativos en el Caribe: un camino hacia el desarrollo

Por Andrea Dempster-Chung, cofundadora y directora ejecutiva de Kingston Creative

Fotos: Kingston Creative

Carifesta XV 2025 - 1Construir ciudades que respondan verdaderamente a las necesidades de sus habitantes y, al mismo tiempo, apoyen el crecimiento económico es uno de los mayores retos a los que se enfrenta nuestra región en la actualidad. Como ingeniero estructural y consultor de industrias creativas, fui invitada a participar en la reciente serie de grandes conversaciones de Carifesta titulada “Graffiti Landscapes: Cities of Culture” (Paisajes de grafitis: ciudades de cultura), para imaginar el futuro de las ciudades del Caribe. Durante el panel de discusión con la Dra. Deborah Hickling Gordon, de Jamaica, la Dra. Deborah Austin-Thomas, de Trinidad & Tobago, e Israel Mapp, de Barbados, surgió un camino claro: uno en el que la cultura no es una idea secundaria, sino el fundamento mismo del desarrollo.

La creación de espacios creativos comienza con la identidad y la historia auténticas de una zona. A partir de ahí, se construye una visión compartida con la comunidad que vive y trabaja en ese espacio. Por último, se introducen el arte, las infraestructuras y los eventos culturales para dar vida a esa visión. Esto puede transformar una zona cualquiera o abandonada en un lugar que atraiga a la gente, fomente los negocios y estimule la economía creativa, preservando al mismo tiempo la cultura intangible y el patrimonio construido. Cuando se lleva a cabo correctamente, el desarrollo urbano centrado en las artes y la cultura refuerza la cohesión social, fomenta el sentido de identidad y mejora la seguridad. Esta es la promesa de la creación de espacios creativos, una herramienta sencilla pero poderosa para el desarrollo urbano, que ofrece un medio de integrar la cultura, la creatividad y la innovación en el tejido físico y social de nuestras ciudades.

Carifesta XV 2025 - 2Perspectiva global

Un estudio reciente de la Red Global de Distritos Culturales (GCDN) destaca cómo las inversiones intencionadas en infraestructura cultural, programación artística y diseño de espacios públicos generan mucho más que valor estético, sino también un impacto social y económico cuantificable para las ciudades. Al integrar la práctica creativa en la planificación urbana, los países pueden regenerar las ciudades, cultivar un renovado sentido de identidad y pertenencia, al tiempo que atraen el turismo, estimulando el espíritu empresarial y reforzando la seguridad y la inversión a largo plazo en zonas desatendidas.

Como miembro de la GCDN, el enfoque de Kingston Creative para el desarrollo de distritos culturales difiere significativamente del de los países del norte, donde los distritos artísticos suelen desarrollarse según un enfoque descendente, liderado por los poderes públicos. Esta diferencia no es necesariamente una desventaja; de hecho, refleja el contexto único de nuestras islas. Los distritos culturales en Europa pueden basarse en una sólida infraestructura artística pública existente, compuesta por museos, teatros y grandes lugares de entretenimiento, mientras que muchas ciudades del Caribe carecen de estos elementos clave. Para empeorar las cosas, debemos lidiar simultáneamente con economías informales, altos índices de criminalidad, vulnerabilidad al cambio climático y choques externos, falta de datos para tomar decisiones de inversión y una subinversión global en el sector de las industrias creativas. A pesar de estos obstáculos, las mismas ventajas que proporcionan los distritos creativos son indispensables en las ciudades caribeñas, ricas en cultura, por consiguiente, es imperativo encontrar una manera de adaptar el modelo a nuestro entorno.

Carifesta XV 2025 - 3Ciudades inteligentes: un ejemplo disuasorio

El discurso mundial sobre la creación de espacios creativos ha estado dominado durante mucho tiempo por modelos originarios de países del Norte. Los distritos artísticos de Nueva York, Berlín o Londres suelen ser elogiados y exportados sistemáticamente a ciudades del Sur, con la suposición de que representan soluciones universales. Estos paradigmas a menudo no se aplican eficazmente a contextos caribeños, donde el legado del colonialismo, el subdesarrollo y las realidades socioeconómicas muy distintas requieren estrategias más matizadas y localizadas.

El concepto de “ciudad inteligente” es un ejemplo y una advertencia para el diseño de las ciudades futuras. A principios de la década de 2000, las ciudades inteligentes se anunciaron como la solución de alta tecnológía definitiva a todos los desafíos urbanos, con datos, tecnología y conectividad que prometían optimizar cada aspecto de la vida urbana. Sin embargo, el bombo superó los resultados y muchas ciudades, como Plan IT Valley en Portugal, Masdar en los Emiratos Árabes Unidos y Songdo en Corea del Sur, han fracasado y siguen estando escasamente pobladas. Las razones atribuidas a estos fracasos son muchas, como el alto coste de la vida, que ahuyentó a los posibles residentes, y la falta de atracciones culturales y de diseño social, que hicieron que la ciudad resultara poco atractiva. Se empleó un enfoque de planificación “descendente”, ignorando la necesidad de un crecimiento orgánico y la participación de los ciudadanos que ocurren naturalmente en las ciudades. Muchos proyectos de ciudades inteligentes se volvieron demasiado dependientes de una tecnología costosa, que servía a los intereses de las empresas en lugar de las necesidades de la comunidad y, por lo tanto han sido descartados.

Carifesta XV 2025 - 4El modelo de los districtos artísticos

Creemos que desarrollar las ciudades en torno a la cultura es el camino apropriado para el Caribe, porque la cultura es nuestro motor. Ya sea el Carnaval, el Crop Over, el Jonkonnu, el Dancehall, el Reggae, el Zouk o la Soca, los festivales, las celebraciones, el arte y la música son el latido del corazón de nuestro pueblo. Concebir el desarrollo de una ciudad caribeña en torno a la cultura y las comunidades creativas que producen expresiones culturales es un enfoque ascendente, relativamente asequible que tiene mucho sentido para nosotros, como pequeños Estados insulares en desarrollo que buscan revitalizar y hacer crecer sus ciudades.

A nivel mundial, los distritos artísticos se están posicionando como la próxima gran tendencia en la regeneración urbana, pero los distritos artísticos no están exentos de riesgos. Con demasiada frecuencia, las ciudades han utilizado el arte para gentrificar, lo que ha llevado a los distritos culturales a experimentar un ciclo predecible de “auge y declive”, ya que las ciudades han invertido fuertemente en costosos museos emblemáticos y proyectos de “arquitectos estrella que exigen grandes inversiones de capital. Muchos urbanistas atendieron a los intereses de los promotores y del sector privado y pasaron por alto la sostenibilidad, la inclusión y el desarrollo equitativo. Incluso fomentaron el desplazamiento de las comunidades que dieron a estos distritos su vitalidad original. Los distritos culturales del Caribe deben evitar las trampas bien documentadas de la gentrificación y encontrar formas de centrar la atención en los artistas y las comunidades, incluso a medida que los distritos crecen y se desarrollan.

Carifesta XV 2025 - 5El centro de Kingston, en Jamaica, ofrece un ejemplo convincente de cómo se puede reimaginar la creación de espacios creativos para las ciudades caribeñas, bajo el impulso de artistas y actores no estatales. Gracias al desarrollo de murales, arte público y programación cultural, lo que antes se consideraba un barrio abandonado y peligroso se ha convertido en un bullicioso distrito cultural que atrae tanto a locales como a turistas y constituye un lugar para la creación de contenidos creativos (películas, fotografías, vídeos y festivales).

El apoyo a los artistas es esencial, y Kingston Creative ha creado 118 murales, ha organizado más de 50 festivales y ha proporcionado becas de viaje, empleo y oportunidades de ingresos a cientos de artistas, músicos y bailarines. Se ha creado una aplicación digital, Kulcha, para la navegación por puntos de interés cultural y el comercio electrónico, y se ha realizado inversiones para capacitar a miles de creativos y proporcionar subvenciones y capital inicial. Se instalaron bancos, plantas, sombrillas, señalización y parques artísticos. Como resultado, la organización ganó el Premio al Mejor Destino Creativo del Mundo (2023), el Premio Expedia a la Sostenibilidad (2023) y el Premio a la Mejor Atracción 2024.

Carifesta XV 2025 - 6Si miramos más allá, el hecho de poner la cultura en el centro responde a los desafíos sociales, como demuestran los ejemplos siguientes:

En Bogotá, Colombia, bajo la alcaldía de Antanas Mockus, una combinación de arte público, teatro y campañas cívicas creativas condujo a una drástica disminución de la tasa de homicidios y a la devolución de miles de armas de fuego en barrios con altos índices de criminalidad.

En Los Ángeles, la revitalización urbana centrada en las artes en los distritos del centro de la ciudad contribuyó a transformar zonas anteriormente con altos índices de criminalidad en centros creativos, atrayendo a empresas, tráfico peatonal y turismo cultural.

En Chicago, los proyectos comunitarios de murales con jóvenes en situación de riesgo condujeron a una mejora en la asistencia escolar y a una reducción de los problemas de comportamiento.

En Filadelfia, el Programa Mural Arts descubrió que los barrios con murales han experimentado una disminución de los delitos violentos y los daños a la propiedad, especialmente cuando se asocian a la participación de la comunidad.

Carifesta XV 2025 - 7En Kingston, el Distrito de las Artes involucra a muchos actores y se articula en torno a temas como la identidad, la gobernanza, la seguridad pública, las infraestructuras y el desarrollo comunitario. Ahora se ha extendido a Black River y se dirige a Montego Bay. Este modelo demuestra cómo pequeñas acciones impulsadas por artistas pueden catalizar una regeneración más amplia al infundir orgullo, involucrar a las comunidades, recuperar el espacio público y alentar la inversión del sector privado y del gobierno.

Con todos los discursos sobre la IA, la tentación de centrarse en la tecnología es fuerte. Pero, si bien es cierto que la IA afectará a la forma en que se produce el trabajo, cómo se gestionan los espacios urbanos y cómo los ciudadanos se involucran en la cultura, el diseño de los distritos culturales tendrá que adaptarse al nuevo paradigma. A medida que avanza la IA, un distrito artístico dinámico posicionará a nuestras ciudades isleñas como lugares donde la gente puede experimentar la cultura de una manera auténtica y establecer vínculos “en la vida real” (IRL). En un mundo futuro (debido a las leyes de la oferta y la demanda) es probable que valoren las escasas experiencias y relaciones humanas como algo muy valioso, esto podría ser un nicho que valdría la pena explotar.

Carifesta XV 2025 - 8Lograr el desarrollo sostenible

Es fundamental vincular la creación de espacios creativos con la economía creativa en general y el programa de desarrollo sostenible. La cultura no es un complemento ni un lujo, sino un potente motor de diversificación económica, creación de empleo y cohesión social. Para el Caribe, una región especialmente vulnerable al cambio climático y a las crisis económicas mundiales, la integración de las industrias culturales en las políticas de desarrollo representa un camino hacia la resiliencia. La economía creativa, respaldada por iniciativas de creación de espacios localizados, tiene el potencial de afianzar un crecimiento sostenible e inclusivo, el objetivo de la mayoría de las naciones caribeñas.

Cuando el desarrollo se mide únicamente a través del crecimiento del PIB, la vitalidad cultural y la cohesión social pueden verse afectadas. Pero, cuando se fomenta y se centra la creatividad, la inclusión y la identidad cultural de los pueblos en el corazón del desarrollo, los beneficios económicos no tardan en llegar. La prevención del delito mediante el diseño ambiental (CPTED) es una metodología que puede integrarse en la creación de espacios creativos para tener un impacto aún mayor en la reducción de la delincuencia. El desarrollo no debe considerarse lineal, sino relacional, es decir, que víncula a las personas, la cultura y el lugar.

Aunque la planificación urbana creativa no es una solución milagrosa, es una estrategia de bajo costo y gran impacto que, cuando se combina con la participación comunitaria y los programas sociales, puede contribuir significativamente a reducir la delincuencia, mejorar la seguridad, reforzar la cohesión social y estimular la regeneración urbana. La creación de espacios creativos en el Caribe no se limita al embellecimiento, sino que consiste en reimaginar el propio desarrollo sostenible.

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