María Emilia García, 34 años, se convirtió en una de las bailarinas más destacadas de la República Dominicana. Esta artista apasionada del Ballet Nacional Dominicano estudió danza en varios lugares prestigiosos de Cuba, España y Estados Unidos. Concedió una entrevista a Kariculture.net.
La danza debe ser una de las ramas más completas del arte. A través de ella se conjugan el baile, la actuación, la música y las emociones más sublimes y a la vez fuertes cuando se mezcla lo contemporáneo con lo clásico. Por esto y más, para la bailarina dominicana María Emilia García esta siempre ha sido una de sus grandes pasiones.
“Desde muy chiquita me encantaba bailar. Bailaba hasta los anuncios, según me cuenta mi madre. La danza formó parte de mi vida desde muy temprana edad. Comencé mis estudios en el Centro de la Cultura de Santiago de los Caballeros, mi ciudad natal. Fui seleccionada para cursar un grupo especial, allí encontré mis mejores amigas y un hogar donde descubrí el poder de la danza hasta convertirse en mi filosofía de vida”, explicó la bailarina.
María Emilia, cuenta que la danza siempre fue la protagonista en su vida desde niña y que en más de una ocasión no asistió a paseos de su colegio por ensayos y dejó de disfrutar de algunas fiestas por sus clases de ballet ya que el baile era su prioridad.
Capacidad, disciplina y trabajo
“Como joven tuve muchas aspiraciones. Inicié la carrera de Comunicación Social en la universidad, pero mis caminos siempre me llevaban a la danza y no es hasta el 2006 al obtener una beca para cursar mis estudios superiores de danza en España cuando me olvido de todo y asumo la danza como profesión. La danza y el arte es lo que me hace feliz”, aseguró.
Esta joven soñadora se ha paseado por diversas escuelas del mundo detrás de enriquecer su técnica. Luego del Centro de la Cultura pasó al Ballet Clásico Santiago, después viajó varias veces a Cuba y a Carolina del Norte en donde tomó talleres de danza en la Escuela Cubana de Ballet y en North Carolina School of Arts. María cuenta que su interés y deseo de seguir bailando seguía creciendo, deseo que la llevó hasta Milwakee Ballet School donde cursó un año de estudio y fue seleccionada para participar en el “Ballet Cascanueces” de Michael Pink con el Milwakee Ballet, diciembre 2003. También obtuvo una beca en el 2006 para cursar la licenciatura en coreografía e interpretación por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, donde también realizó dos maestrías en artes escénicas y en gestión cultural.
No cabe dudas de que María Emilia no ocupa el puesto de una de las bailarinas más destacadas de República Dominicana por casualidad o suerte, este es un merecido lugar que se ha ganado por su capacidad, disciplina y trabajo.
2019, un año lleno de éxitos
Dentro de las experiencias más gratificantes que le ha dejado esta carrera, ha sido representar su país en distintos festivales internacionales siendo parte del Ballet Nacional Dominicano, sobre todo cuando ha ido de la mano de su colega y amigo el bailarín Alexander Duval.
Al preguntarle sobre cual considera ha sido el aporte más importante que ha hecho a la danza en República Dominicana, María Emilia dice: “Para mí cada momento ha sido especial e importante; un momento le va dando paso al siguiente, desde cursar mis estudios a tener el honor de formar parte del Ballet Nacional Dominicano, compañía a la que pertenezco actualmente, hasta llegar el 2019 donde tuve el honor de realizar mi primera pieza como coreógrafa para el Ballet Nacional. Fui becada para participar en el American Dance Festival, fui nominada como coreógrafa y bailarina a los Premios Soberano (los premios del arte y la cultura más importante de RD), participé tanto como bailarina, coreógrafa y gestora en diversos festivales nacionales e internacionales. Realmente el 2019 fue un año muy importante para mi carrera”.
Con 34 años, María Emilia ha logrado materializar parte de sus metas, y nos cuenta que lo que más desea es como bailarina representar el arte dominicano dentro y fuera del país; como educadora dejar un poco de su amor y conocimiento por este bello arte en los corazones de los más jóvenes; y también seguirse expandiendo entre el cine y teatro en donde ya ha impregnado su talento.
Apoyar a los jóvenes talentos dominicanos
Al hablar sobre la danza ella asegura que en RD aún está en pleno desarrollo. “Nuestro país cuenta con un gran talento joven de la mano de una gran escuela pública, Escuela Nacional de Danza y varias escuelas privadas. Puedo visualizar un futuro favorable para la danza de nuestro país, pero cabe resaltar que es necesario más apoyo del estado en el fortalecimiento de las compañías de difusión estatales, ya que mucho de este talento tiene que emigrar a otros países a desarrollar su arte por las pocas oportunidades en el ámbito laboral”.
La profesora de baile clásico y contemporáneo María Emilia García destacó que hay dos bailarinas que la inspiraron desde sus primeros pasos en la danza: Michelle Jiménez y Stephanie Bauger. Ambas ejemplo de perseverancia, lucha y gran pasión por el arte. “También Bill T. Jones, bailarín, coreógrafo y director estadunidense, que tuve el placer de bailar una de su pieza más destacada en el American Dance Festival; me enamoré de su filosofía y de la forma de ver la danza”, aseguró.
