Akiyo rindió homenaje al tocador de ka “Vélo”

El 5 de junio de 1984, Marcel Lollia apodado “Vélo” murió a los 47 años. El tocador de ka o “tanbouyé” se convirtió en el símbolo de la resistencia cultural en Guadalupe. Como cada año en el mes de junio, la asociación “Akiyo” le rindió homenaje en la calle peatonal en Pointe-à-Pitre.

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En el decenio de 1980, Guadalupe se encontró sumida en una profunda crisis de identidad entonces se promovieron las raices africanas: la música africana, el reggae jamaicano, el cabello trenzado y la ropa hecha de tela africana (wax) por ejemplo se volvieron muy de moda… Esta gran crisis también fue política porque el movimiento de independencia exigió con fuerza la descolonización de Guadalupe que se había convertido en un Departamento francés desde 1946 y una Región francesa desde 1982. En algunos colegios y liceos, algunos maestros hablaron de política en clase para concienciar a los alumnos y dieron sus cursos en criollo, una iniciativa que era nueva en ese momento porque la Educación Nacional todavía no había reconocido esta lengua regional. Bombas explotaron causando daños y a veces víctimas…

Cuando murió el 5 de junio de 1984 Marcel Lollia llamado “Vélo” – el que defendió el ka hasta la muerte, el que siempre se instaló en las calles de Pointe-à-Pitre para hacer sonar este instrumento musical creado durante la esclavitud, el que la policía municipal ordenó que fuera a tocar en otro lugar porque se prohibía en la ciudad este tambor, sinónimo de desorden, y el que murió casi en total indiferencia con el alcohol como único compañero – se convirtió en el símbolo de esta lucha cultural e incluso política. Más de 5,000 personas concurrieron a su funeral, algo inédito en Guadalupe…

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Perpetuar la memoria de “Vélo”

34 años después de su muerte, “Vélo” no es olvidado por aquellos que muchas veces le vieron tocar gwoka en la entrada de la rue Frébault y aquellos que no le conoció pero que escucharon mucho sobre su talentos de “tanbouyé”. El sábado 9 de junio, la muchedumbre era numerosa y de todas las edades en la calle peatonal en Pointe-a-Pitre para participar en el homenaje organizado por “Akiyo”, en 1978 el “tanbouyé” había sido uno de los miembros fundadores de la asociación cultural. En esta ocasión, se realizaron una exposición de fotos y de artículos de prensa asi como una venta de camisetas para continuar perpetuando la memoria del famoso músico.

El ka sonó en Pointe-à-Pitre no lejos de la estatua de Marcel Lollia que había sido decorada con flores. Los participantes que lo querían, entraron en la ronda para bailar el gwoka y celebrar el maestro ka asi como la cultura tradicional.