
Considerado uno de los más grandes fotógrafos de Guadalupe, Christian Géber exploró, durante su carrera, todos los campos del arte de la fotografía. Después de vivir unos quince años en Francia, el fotógrafo profesional – a quien le gusta trabajar en el jardín cuando tiene un momento libre – regresó a Guadalupe desde hace ocho años. Para Kariculture.net, aceptó hablar, entre otras cosas, de su pasión por la fotografía, su colaboración con una editorial para la realización de una enciclopedia culinaria así como su antigua revista de información caribeña y bilingüe.
KARICULTURE.NET: Se le considera uno de los mejores fotógrafos de Guadalupe, ¿por qué decidió ejercer la profesión de fotógrafo?
Christian Géber: Me hice fotógrafo por una extraña coincidencia, totalmente por casualidad. Descubrí la foto a través el revelado de fotografías sobre papel en el laboratorio. Tenía 23 años, me había alistado en el Ejército (donde me quedé durante seis años), y un soldado después de un turno de guardia me invitó a ir con él al club de fotografía. Me pareció interesante y dos semanas más, había instalado un pequeño laboratorio en mi casa, recogía las películas ya reveladas y me ejercitaba en hacer imágenes. Después, me cansé de eso entonces tomé prestada una cámara. Luego, compré una de la marca Yachika Mat G, un aparato muy potente en ese momento que permitía tomar fotos en formato paisaje como retrato. Inmediatamente, comencé a hacer fotos de las mujeres de militares, de los niños total, del regimiento. A partir de esta experiencia nació mi pasión por la fotografía.
En algún momento, decidí interrumpir mi carrera militar porque ya no tenía el espíritu luchador. Tenía que ganarme la vida. Antes del Ejército, había estudiado en la École Professionelle des Dessinateurs Industriels (EPDI) en París, pero no quise ejercer mi profesión de diseñador industrial, elegí convertirme en fotógrafo. Yo estaba bastante preparado para el reportaje. En 1976, cuando regresé a Guadalupe, trabajé para periódicos. Sin embargo, también quería crear mis propias imágenes entonces, empecé a hacer imágenes compuestas, a trabajar en la polisemia de la imagen. Muchos recuerdan la imagen que había realizado con un machete, esposas y un tambor. Un día, el pintor Joël Girard me dijo: “¿sabes que haces arte?” Esta pregunta me conmocionó. Pensé que era como alguien que, sin saber el alfabeto, sin saber ni leer ni escribir, escribía palabras correctas; yo era un buen técnico, un buen fotógrafo y un pobre ignorante…
Otro día, una persona me ofreció el libro de Roland Barthes titulado “La Chambre Claire”. Me fui a Canadá, me inscribí en seminarios, profundicé el tema de la semiología de la imagen. Roland Barthes me hizo entender que “la imagen fotográfica es una muestra de algo que ya no existirá”. Somos seres vivos. Cuando uno fotografía, uno decide la muerte de un momento. Este momento sólo existe en la imagen pero no en la realidad.
KARICULTURE.NET: Usted trabajó para revistas, particulares, grandes empresas, autoridades públicas, pero también hizo fotografías de arte para sus proyectos personales, ¿qué tipo de reportajes fotográficos prefiere?
Christian Géber: La foto publicitaria porque requiere ciertos conocimientos y ciertas cualidades. Es interesante poder entrar en la idea de otra persona, es decir el cliente, animar su producto para hacerlo hermoso, magnificarlo. Aquí también, hay que jugar con la polisemia de la imagen y el que la mira la entiende según su nivel de lectura.
Por supuesto, también hay clientes que llegan con su concepto que hay que realizar solamente.
KARICULTURE.NET: Incluso tuvo la oportunidad de crear una revista bilingüe (francés-inglés), Caraïbes Connexion / Caribbean Connexion. ¿Puede hablarnos de esta experiencia en el Caribe?
Christian Géber: A finales de los años 1980, trabajé en Radio Antilles que emitía sus programas desde la isla de Montserrat. Me pareció que no había muchos vínculos entre nosotros, entre Guadalupe, Martinica y las otras islas alrededor de nosotros aunque el Caribe existe. Pensé que sería genial crear un periódico. Con mi amigo Alain Lafage, invertimos nuestro dinero en la creación de una empresa de medios de comunicación y contratamos a personas para trabajar con nosotros. Era una revista bimestral que se centraba en la información general con fuentes anglófonas y francófonas. Por mi experiencia caribeña, yo tenía muchos contactos con nuestros vecinos caribeños, tenía una libreta de direcciones en el Caribe. Con mi grabadora, yo iba a las islas para recoger información para el periódico. Entrevistaba a políticos, me invitaban a todos los grandes festivales de música de la región. Fui a muchas islas como Aruba, Santa Lucía, Antigua (mi esposa de la época era antiguana), Barbados, Granada, Haití, Trinidad, Curaçao etc. Desde el primer número, una universidad en Canadá se había suscrito al periódico. Desgraciadamente, Caraïbes Connexion / Caribbean Connexion sólo duró dos años, de 1989 a 1991.
KARICULTURE.NET: ¿Qué pasó?
Christian Géber: Un día, cuando regresé de un reportaje en una isla caribeña, oí que hubo un “golpe de Estado” en la redacción. Personas que querían que su propio negocio marchara – en particular una persona que tenía una agencia de comunicación – habían decidido tomar el periódico que Lafage y yo habíamos fundado. Habían prometido un montón de cosas (más anuncios publicitarios etc.) a los miembros de la redacción. En vez de ser leales a mí, estas personas querían que yo fuera solo el fotógrafo del periódico, sin duda consideraban que un fotógrafo ordinario como yo no podía dirigir un periódico… Les di todos mis reportajes para que hicieran el periódico porque es lo que querían. Hasta ahora, estoy esperando la revista.
En realidad, se habían olvidado lo más importante: yo era el orquesta hombre de Caraïbes Connexion / Caribbean Connexion porque yo lo financiaba, yo hacía todos los reportajes en el Caribe e incluso la maqueta.
Lo que me entristece de esta experiencia es que perdimos una oportunidad de tener una producción de alto nivel.
KARICULTURE.NET: Réalizó también hermosas fotografías culinarias para una enciclopedia de cocina criolla (Saveurs de la Table Créole), publicada en 1997, ¿cómo fue esta aventura en el campo culinario?
Christian Géber: Esta Enciclopedia Saveurs de la Table Creole publicada por la editorial Caredda se compone de 5 tomos. Primero, fue necesario hacer muestras para convencer al editor. Luego, tuve que ir a París donde el chef Francis Delage tenía su restaurante. El taller estaba situado en un gran apartamento cerca de la Gare de Lyon. Durante un año y medio, trabajamos con un empleado de cocina y un asistente de fotógrafo, de lunes a viernes, intensamente para hacer esta producción fotográfica. Se trataba de 500 imágenes de 500 recetas en 500 decorados diferentes. Yo hacía todo el estilismo alrededor del plato y el chef ponía los alimentos en el plato. Había una comunicación muy buena entre nosotros. La calidad de las fotos sorprendió a muchas personas. La intensidad de los colores, los materiales, el uso muy discreto del tejido de Madras para evitar caer en el “doudouismo” consiguieron dar a las imágenes esta sensación de calor. Con el acuerdo del editor, me fui a Barcelona (España) donde se encontraba el impresor para corregir las primeras copias porque el brillo de las imágenes no aparecía.
Fue una experiencia excelente que me dio la capacidad de trabajar con grandes empresas. Después de eso, regresé a Francia y me quedé allá durante unos quince años. Trabajé, entre otros, con Moët and See qui había decidido organizar un concurso en torno al licor Mandarine Napoléon. Hizo una vuelta a Francia culinaria y pidió a grandes chefs de cocina que realizaran recetas utilizando este licor. Mi trabajo consistía en fotografiar sus recetas. Cada año, también hacía todas las fotos de la competición final que tiene lugar en la ciudad de Lille. Se publicaron dos libros : uno en francés, el otro en inglés.
KARICULTURE.NET: ¿Cómo un fotoperiodista se hace un fotógrafo de arte ?
Christian Géber: En cuanto a la fotografía de arte, creo que cada fotógrafo produce arte, parte de su producción puede considerarse como arte. Cualquier imagen con cierta calidad es una obra de arte. Este es el caso de las fotos de guerra que tienen profundidad, humanidad y estética y de las fotos de bodas. La fotografía artística no tiene un significado preciso.
Personalmente, el título de fotógrafo-autor me conviene perfectamente, no tengo que reclamar este título de fotógrafo de arte. El fotógrafo es el que escribe con la luz. Al principio, tiene que registrar la luz reflejada por las personas, las cosas… El fotógrafo que soy hoy es diferente del que yo era en 1980, maduró técnica, intelectual y personalmente. Esta combinación da una humanidad a la obra. Es como un músico que se acostumbra con su instrumento, produce notas aceptables al principio, luego se hace más hábil.
KARICULTURE.NET: La fotografía evolucionó con el tiempo, se volvió digital. ¿Conoció la fotografía con película que permite obtener una imagen por la fotoquímica, ¿no olvidó todo este proceso que cambió al fotógrafo en una especie de mago?
Christian Géber: Es cierto que con el revelado químico, la foto era una especie de alquimia, un poco de brujería, algo especial. Además, tengo un proyecto para restablecer un laboratorio de foto en blanco y negro.
La fotografía digital tiene sus lados mágicos. No tiene el tacto de la foto tradicional, estamos en lo impalpable.
Cuando me iba al Caribe con mi cámara de película, sabía cómo estaban las imágenes que tenía sólo cuando yo regresía, hoy con el digital, puedo ver las imágenes ahora mismo. Sin embargo, tengo que comprobar constantemente si las fotos que acabo de tomar son correctas.Lo más interesante en el digital es el transporte rápido de la imagen.
Sin embargo, no importa si el trabajo es digital o tradicional, la magia de la imagen es el momento de captura de la imagen. A veces, yo tomaba una foto y sabía que tenía un contenido especial, un momento de muy alta comunicación con la persona fotografiada. Para hacer un retrato, cada vez, pongo en práctica una estrategia para engañar al fotografiado, llevarle a olvidarse, a no actuar, a ser si mismo y es en este preciso momento en que tomo la foto, no se da cuenta de que ya le fotografié.
KARICULTURE.NET: La invención de la fotografía digital y la baja de los precios de cámaras cada vez más compactas democratizó la práctica del arte de la fotografía. Muchas personas se hicieron fotógrafos e incluso fotógrafos profesionales, ¿qué piensa usted de este gran cambio dentro de la profesión?
Christian Géber: Eso no me molesta. Siempre hay invasiones de personas pero hay un desnatado. Todo el mundo tiene derecho a tomar fotografías. En cambio, hay cierto código de ética a respetar. Por ejemplo, no es digno cuando el que ya tiene un trabajo como funcionario hace fotos y reducen los precios. Los fotógrafos profesionales son también responsables de la profusión de personas que hacen fotos. Siempre dije que se tenía que estar a la altura, trabajar con un equipo eficaz y adecuado. Lo primero que se debe hacer es equiparse como profesional. Siempre he trabajado con cierta cámara. Cuando se da la calidad a los clientes, se los trata con respeto. El profesional también debe mejorar, leer, informarse, siempre cuestionarse a sí mismo, aunque hizo una excelente foto, es una cuestión de desarrollo humano. Además de la técnica, hay una cosa que el fotógrafo pone en su interpretación de la imagen, es su toque personal. Hoy en día, ¿cuántos fotógrafos se tomaron el tiempo para estudiar su trabajo y ver si lo que habían hecho era correcto? Sólo usted puede saber si cometió errores, no hay que tener miedo de discutir con otros fotógrafos.
KARICULTURE.NET: Hoy, en Guadalupe, todo el mundo habla del Caribe, pero usted conoce muy bien nuestra región geográfica, usted vivió en varias islas caribeñas (Montserrat, Trinidad, Antigua, Santa Lucía etc.). Cada isla tiene su propia “personalidad”, ¿hay algo que prefería fotografiar en nuestras islas vecinas? ¿Tienes algún recuerdo de ellas?
Christian Géber: Somos muy parecidos en el Caribe. Lo que nos diferencia son pequeños detalles en la lengua, el lenguaje gestual, etc. Nuestros colonizadores nos dejaron huellas diferentes, nuestros cerebros fueron estampillados de manera diferente.
En Haití, me gustó mucho fotografiar cuando la gente salía de las iglesias después de misa. Un domingo, en Puerto Príncipe, vi llegar a un señor muy bien vestido con su sombrero y su Biblia. Su ropa estaba muy bien planchada. De frente, todo estaba bien, pero cuando me pasó, había un gran agujero en la parte de atrás de sus pantalones. Este hombre era digno en su pobreza. No le fotografié, por pudor.
KARICULTURE.NET:¿Tiene proyectos?
Christian Géber: Actualmente, estoy preparando una exposición sobre la violencia a partir de siete cuentos que escribí. Hay una connivencia entre el texto y la imagen que no es denotativa. Ninguna fotografía muestra la violencia, ésta es sugerida. Esta exposición se celebrará en 2018 en el Memorial de ACTe.
Planche Photos Christian Géber